top of page

CÓMO SANAR A TU NIÑO INTERIOR HERIDO



En estos días he estado pensando mucho en que, gracias a nuestro niño interior, podemos sentir emociones, conectarnos con nuestra ingenuidad y ser amorosos con nosotros mismos y con los demás.


Octubre es el mes de los niños, el mes de la magia, de los encuentros, los dulces, de celebrar con alegría, … Me parece una época más que propicia para comenzar a sanar esas heridas emocionales que, pudimos haber arrastrado, desde la infancia.


En la escuela de evolución en este mes de octubre estamos dedicados a pensar en nuestro niño interior, que debería ser auténtico, que disfrute y comparta su alegría, pero si en nuestra vida actual como adultos están más presentes la desesperación, la rabia y la tristeza, estamos hablando de un niño interior herido que está recordando, sin saberlo, situaciones vividas en su infancia.

Entrar en contacto con nuestro niño interior no solo nos ayudará a comprendernos más, a entender mejor nuestros conflictos, sino que permitirá liberar emociones reprimidas. Aquellos bloqueos, inconscientes o no, que nos frenan. Y lo más importante, a amarnos por ser quienes somos, realmente, sin juicios ni reproches.

Si nuestro niño interior ha sufrido en la infancia, entonces ahora como adultos podemos sentir las emociones de: miedo, tristeza, ira o enfado. Estas emociones no nos dejan ser espontáneos, ni estar tranquilos disfrutando de la vida.

Además, este niño herido puede haber padecido traumas emocionales que le hayan hecho convertirse en un “adulto” demasiado pronto. Este niño interior herido necesita sentir que pertenece a una familia y poder estar seguro. Es por eso que, aún está esperando que alguien le ame, le reconozca y le quiera.


Como adultos que somos ahora, nos toca ayudar a este niño interior a que pueda aceptar los traumas emocionales que fueron dolorosos y así soltar el peso emocional que aún arrastra. Si como adultos maduros que somos podemos hacernos cargo de este niño, él ya no se sentirá desamparado ni solo. Sino que podrá volver a sentir alegría y espontaneidad de nuevo.


Quiero compartirles algunas acciones que podemos hacer para sanar a nuestro niño interior herido:

  • Dedicarte tiempo para cuidar de ti: El autocuidado, es una manera, de sanar a este niño herido que todos llevamos dentro e ir sanando las heridas emocionales de la infancia que nos pueden haber dejado huella.

  • Visualizarlo e imaginarlo con frecuencia: La imaginación y la visualización son recursos geniales para poder acceder a tu niño interior. No hace falta volver al pasado, para sentir una conexión emocional con ese niño que un día fuimos.

  • Hablarle y empatizar con lo que sufrió: Este niño herido necesita sentirse comprendido, visto y escuchado por nosotros.

  • Abrazarle mentalmente y darle todo el amor que podamos: Nunca es tarde para tener una infancia feliz y por tanto, nunca es tarde para que este niño reciba todo el cariño que no tuvo en el pasado.

  • Realizar actividades que ayuden a conectar con ese niño sano: Actividades como: Bailar, teatro, o un deporte pueden ser ejemplo de aficiones que nos hagan disfrutar más la vida, a partir de ahora.


Finalmente, cuando nuestro niño interior está sano, ya no necesita buscar el cariño y el amor en sus padres ya que eso no siempre es posible. Ahora puede encontrar ese reconocimiento en nosotros como adultos amorosos que podemos llegar a ser. El niño, ahora, sólo necesita ser, vivir y experimentar para ir aprendiendo cómo gestionar las emociones que va sintiendo internamente.


Cómo adultos, nuestra labor es ayudar a este niño a que descubra lo maravilloso que es. Sanar sus heridas por lo tanto pasa por abrazarle, tener empatía y aceptación hacia lo que vivió el niño herido. De esta manera podrá convertirse en un niño sano y alegre con muchas experiencias para vivir la vida plenamente.


Un abrazo de luz

1 visualización0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


LogoEscuela de Evolución PNG.png
bottom of page